Hay juegos que son finitos: un partido de baloncesto, una carrera de
coches en la cual hay un ganador, algún perdedor y otros con distintos
resultados.
La gestión de una empresa, así como la vida, son juegos infinitos. El
juego de la empresa no se acaba con los resultados de un año. La vida no
se acaba cuando uno se gradúa. No hay ganadores en los juegos
infinitos, son juegos permanentes.
Cada tipo de juego tiene sus reglas determinadas, y si jugamos los
infinitos con las reglas de los finitos nos estaremos equivocando y
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